NO IMPORTA LA CANTIDAD,SINO LA CALIDAD
Todos podemos ser más felices y sacarle mucho más partido a nuestra vida, pero no apuntamos al lugar indicado cuando queremos mejorar. ¿Qué podemos hacer, según él, para estar más contentos en nuestro día a día? Y, sobre todo, ¿qué hacemos mal a la hora de intentar sacar el máximo partido de nuestra experiencia vital?
Calidad o cantidad
Es muy probable que, en el momento actual, tengas más cosas de las que tenías en el pasado, pero eso no quiere decir que ahora seas más feliz. Sin embargo, instintivamente solemos pensar que el problema se puede solucionar con más, más de lo que sea: más dinero, más comida, más ropa.
¿Cuál es el problema, entonces? ¿Por qué instintivamente recurrimos a aumentar cosas en nuestra vida, si está probado que eso no nos hace más felices? Hay dos investigaciones que han ahondado en torno a esta cuestión.
Sacarle provecho a las situaciones
Howard Stevenson y Laura Nash son los autores del libro Just Enough, en el que se preguntaban si estaban sacándole el máximo partido a su vida. Cabe señalar que la pregunta no era “¿Qué me hace sentir bien?”, pues de eso, sea lo que sea, siempre podemos obtener más. Se trata más bien de reflexionar acerca de si estamos aprovechando la vida la máximo. De lo que nos produce placer siempre queremos más y no hay línea que establezca un límite: todos queremos otro helado, otro capítulo, otro orgasmo.
Pero, ¿qué combinación de cosas nos hace sentir que estamos bien, que tenemos lo suficiente, lo que necesitamos?
¿Cómo debemos estar vitalmente para que la respuesta a si necesitamos algo más fuera “No, gracias, estoy bien”? Stevenson y Nash analizaron a personas muy exitosas e hicieron más de sesenta entrevistas con profesionales que habían alcanzado cuotas de éxito muy elevadas. La mayoría de estas personas tampoco sabía cuál era la respuesta a todas esas preguntas, pero casi todos ellos cometían los mismos errores. Observando estos fallos, Stevenson y Nash han dado con algunas cosas que debemos hacer con el fin de estar satisfechos con nuestra vida.
No pretendas abarcarlo todo
En inglés lo llaman FOMO, “fear of missing out”, el miedo de perderse algo. Es esa ansiedad que te hace estar constantemente mirando el móvil, comprobando cada una de las aplicaciones que tienes en él para ver que no ha sucedido nada nuevo. Incluso la gente que tiene mucho éxito siente que se esta perdiendo algo en alguna área de la vida.
Como confirman en Just Enough, Jim Warner realizó un estudio con doscientos CEOs que habían llegado a la presidencia de sus respectivas organizaciones, y el análisis reveló que el 60% de los mismos quería dar un cambio en su vida porque sentían que estaban perdiéndose algo.
A pequeña escala sucede lo mismo: hay que estudiar pero también pasar tiempo con los amigos, hay que trabajar y visitar a la familia, hay que pasar tiempo con la pareja y hacer hueco para ir al cine con tu hermano… El equilibrio y el reparto equitativo de tiempo entre todas las actividades de la vida suelen ser síntoma de satisfacción personal. Quien enfoca toda su actividad en un sector puede que sea un especialista del mismo, pero suele sentir (con razón) que está perdiéndose otras cosas.
Según el citado estudio, lo que mide que una vida sea buena o mala son cuatro criterios:
- La felicidad: o la alegría, el sentimiento de placer y de sentirse a gusto con determinadas cosas.
- Los logros: aunque a veces no sean estrictamente placenteras, las cosas que logramos o que cumplimos a lo largo del día nos producen mucha satisfacción.
- La importancia: el impacto positivo en la gente que quieres.
- El legado: establecer tus valores de manera que ayuden a los demás a encontrar su propio éxito.
El éxito es un proceso largo y el placer no se puede posponer
El intento de posponer el placer y el disfrute es, según Stevenson y Nash, una de las principales fuentes de insatisfacción. El planteamiento de trabajar a muerte durante diez años, ganar millones y después vivir la vida suele fallar, nos proporciona diez años de infelicidad irrecuperables y no contempla la opción, no deseada pero, efectivamente, factible, de que puede que te mueras mañana.
Debemos renovar la felicidad regularmente, no buscar un estado extraño de placer infinitoSin embargo, si bien no debemos posponer el momento de disfrutar de la vida, tampoco debemos pretender alcanzar el éxito en cuestión de minutos. El éxito es un esfuerzo diario y tiene más que ver con la actitud que con los logros.
Así lo cuentan en Just Enough: “Si crees, como muchas personas hoy en día, que el éxito consiste en retrasar la felicidad mientras consigues cosas, y que en el punto final podrás dejar de lado todos los esfuerzos y llevar una vida feliz, es muy improbable que experimentes el verdadero éxito o la verdadera felicidad. Toda la investigación científica muestra que la felicidad está relacionada con la calidad”. Es por eso por lo que debemos “renovar la felicidad regularmente, no buscar un estado extraño de placer infinito”.
ECHA LO MALO Y ESCUPE A LO PROFUNDO 