“No obstante, es un parásito increíblemente difícil de atacar. Ha tenido millones de años de evolución para adaptarse a nuestras respuestas inmunes, es realmente un enemigo fantástico”, ha agregado.
La malaria, que causa anualmente más de un millón de muertes, es uno de los problemas mundiales de salud pública más devastadores.
Todos los años se registran aproximadamente entre 300 y 500 millones de casos de malaria (Africa Malaria Report 2003, Organización Mundial de la Salud (OMS) y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)).
Alrededor del 40 % de la población mundial, es decir 3200 millones de personas de 107 países, corre el riesgo de contraer malaria (World Malaria Report 2005, OMS/UNICEF).
En 2012, se estima un registro de 207 millones de casos de malaria en el mundo, de los cuales, 627.000 murieron, de ellos 482.000 eran niños menores de cinco años de edad. El 90 % de las muertes se registraron en el África subsahariana, zona donde la enfermedad tiene más incidencia.
El año pasado se registraron casos de malaria en 97 países, por lo que se calcula que, en el mundo, 3400 millones de personas -la mitad de la población mundial- está en riesgo de contraer esta enfermedad, y de ellos, 1200 millones tienen un “alto riesgo” de contagio.
La malaria cuyo transmisor es un mosquito que se multiplica mejor con las altas temperaturas, afectará más a los habitantes de las zonas más elevadas según vaya subiendo la temperatura, pues carecen de un sistema inmunológico adecuado.