El dinosaurio volador ‘4×4’

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El dinosaurio volador ’4×4′

Luis Alcalá

Fuente:   http://www.elmundo.es

 

Los primeros pasos de la aviación deben rendir homenaje inexcusable a los hermanos Wright. Fueron pioneros al construir un aeroplano propulsado y controlable por un piloto, con unas grandes alas acompañadas de otro par de “alas” más pequeñas, capaz de planear tras ser impulsado. En su mejor vuelo, recorrió un cuarto de kilómetro en 59 segundos. Con el tiempo, los diseños de los eficaces aviones modernos han primado el desarrollo de un par de grandes alas, como las aves, si bien nuestras aeronaves no aletean.

 

 

El Wright Flyer de 1903 en el National Air and Space Museum (Washington). Se aprecia la gran superficie disponible para poder planear / Luis Alcalá

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¿Cómo surgió el vuelo en los vertebrados y cuál fue la configuración de los voladores más primitivos? El registro fósil ofrece dinosaurios con plumas que no eran capaces de volar y otros emplumados que podían hacerlo. Hasta no hace mucho, estos últimos sólo se conocían con un par de alas pero en los últimos años se han encontrado varias especies que tenían cuatro, pues estaban caracterizadas por poseer plumas robustas en las extremidades posteriores además de las presentes en las extremidades anteriores (como sucede en las aves voladoras actuales). Hay un grupo de dinosaurios terópodos -carnívoros- cuyos representantes resultan esenciales para establecer el origen y las primeras etapas de la evolución del vuelo en las aves; se trata de los microrraptorinos, que son dromeosáuridos depredadores con adaptaciones aerodinámicas. Y un nuevo microrraptorino se suma ahora a la lista, Changyuraptor yangi, singular por su gran tamaño (pues sobrepasa los 1,3 m de longitud) y por el gran desarrollo de las plumas de su cola, que alcanzan casi un tercio de la longitud del animal.

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Changyuraptor yangi, el dinosaurio no aviano con las plumas de la cola más largas conocidas. / Han, Chiappe, Ji, Habib, Turner, Chinsamy, Liu y Han-Nature Communications

El magnífico fósil procede de la inagotable cantera de dinosaurios conocida como Jehol Biota, del Cretácico Temprano de Liaoning en China y se le atribuye una antigüedad de unos 125 millones de años. Fue adquirido gracias a la financiación conseguida por el rector de la Universidad de Bohai, el profesor Yang Yandong, cuya intervención se ha visto recompensada con la dedicatoria del nombre de la nueva especie. El fósil, que corresponde a un dinosaurio volador o planeador “tetra-alado”, aparece entre dos lajas de roca sedimentaria y el estudio detallado de la estructura ósea de su fémur izquierdo revela que el animal ya era adulto -pues tenía, al menos, cinco años- cuando murió.

 

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Reconstrucción del aspecto en vida de Changyuraptor yangi. / Han, Chiappe, Ji, Habib, Turner, Chinsamy, Liu y Han-Nature Communications

Los autores de la investigación interpretan que las plumas especialmente grandes de la cola constituirían una estructura para controlar el cabeceo durante el vuelo  (como lograron por primera vez los hermanos Wright en su aeroplano) y reducir así la velocidad de un animal bastante grande durante el aterrizaje o el ataque a alguna presa, sin descartar que también pudieran tener un papel de exhibicionismo. Por otra parte, el análisis de parentesco indica que estos voladores 4×4 no se sitúan en el punto de partida del camino que originó el típico vuelo de las aves con un par de alas, sino que representan una rama evolutiva colateral.

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Fuente:  http://www.elmundo.es